En un proyecto de enfoque de desarrollo predictivo, el alcance, cronograma, costo, necesidades de recursos y riesgos pueden quedar bien definidos en las fases tempranas de su ciclo de vida y mantenerse relativamente estables (PMI, 2021).
Una vez establecido lo que el proyecto va a entregar mediante la Línea Base del Alcance, se definen las actividades a partir de los paquetes de trabajo, luego, éstas se secuencian, se estiman los recursos necesarios para llevarlas a cabo y, de acuerdo a ellos, el tiempo que demandaría ejecutarlas. Así, se obtiene el modelo de cronograma que tiene un conjunto de actividades únicas con duraciones variables y que están conectadas por relaciones lógicas definidas, proporcionando información sobre lo que debe lograrse y la secuencia requerida para lograr los entregables del proyecto; sin embargo, no indica cuándo se deben realizar estas actividades, por lo que para obtener esta información, es necesario asignar una fecha de inicio al hito de inicio, asignar una fecha de finalización al hito de finalización, calcular holguras comparando las fechas tempranas y tardías, realizar la nivelación de recursos y comprimir el cronograma de ser necesario. Una vez aprobado, el modelo de cronograma se denomina Línea Base del Cronograma y se convierte en el punto de referencia contra el cual se mide el desempeño del proyecto (PMI, 2019).